Mastopexia: Elevacion de los senos

 

Por el propio desarrollo, por el correr de los años, por el embarazo, por la lactancia y por efecto de la gravedad, las mamas van modificando gradualmente su forma y tamaño. La piel pierde elasticidad y la glándula mamaria cae perdiendo su apariencia juvenil.
La cirugía se basa en la resección del excedente cutáneo y la glándula elevando la mama y ubicando la areola y el pezón en su posición normal.
Las posibles pacientes para este tipo de cirugías son todas aquellas mujeres que hayan completado su desarrollo corporal, pudiendo ser el motivo de consulta: una deformidad estética, un problema funcional o postural, en casos de mamas muy grandes, o un complejo de orden psicológico.
Las cicatrices serán variables de acuerdo a la magnitud de la elevación, como así también de la calidad de piel de la paciente. Básicamente varían desde una cicatriz alrededor de la areola, hasta una en T invertida. Si bien una cirugía mamaria no interfiere habitualmente en la lactancia, no es recomendable realizarla ante la posibilidad de un embarazo próximo.

TIPO I:
Mamas grandes o Hipertróficas. La ptosis es debida a un exceso de glándula y/o de tejido adiposo y la operación se denomina mamoplastia reductora. En realidad, prácticamente toda mama hipertrófica presenta un mayor o menor grado de ptosis, salvo en los casos de hipertrofias virginales, aquellas que aparecen en la pubertad y son tratadas antes de que el peso repercuta sobre la piel.
TIPO II:
El volumen de los senos es el adecuado al cuerpo de la mujer pero existe un exceso de piel. Para su corrección será necesario retirar dicho excedente de manera que el sostén cutáneo se adapte al tamaño de la mama en la posición adecuada. Pero esta cirugía no es tan simple como pudiera imaginarse, puesto que no basta con quitar lo que sobra de piel, sino que también ha de ser tratado el contenido mamario con la finalidad de impedir, o al menos atrasar, una posterior caída. Como ya dijimos, la alteración se encuentra principalmente en la piel, que ha perdido su elasticidad, por lo que existen grandes posibilidades de que el pecho vuelva a caer cuando solamente se mantiene el resultado basándose en la contención cutánea.
TIPO III:
Son los senos caídos cuyo volumen no alcanza el tamaño normal o el deseado por la paciente. Cuando sucede esto es necesario recurrir a la colocación de unas prótesis para aumentar su volumen. Si la flacidez es importante puede ser necesario resecar el excedente de piel
Complicaciones
Las complicaciones de importancia son raras. En pacientes obesas y en las grandes hipertrofias aumenta el riesgo de lipolisis o necrosis grasa debido a la delicadeza del tejido. Pueden aparecer pequeñas alteraciones de la cicatriz por rechazo de los puntos internos de sutura, que se corrigen sin dificultad. La formación de queloide es frecuenten nuestro medio. El sufrimiento de los colgajos o la pérdida parcial o total de la areola y pezón, así como las infecciones son excepcionales.
Una de las preguntas más frecuentes es si la intervención altera la capacidad de amamantar a futuros hijos. Pues bien, en principio, cuando los senos no están excesivamente caídos y no necesitan de maniobras especiales para la ascensión del complejo areola-pezón, no causará modificaciones, ya que siempre queda glándula y no se produce solución de continuidad de los canalículos galactóforos. No ocurrirá lo mismo en las grandes ptosis puesto que suele ser necesaria la realización de colgajos para la ascensión del complejo a la nueva posición, o incluso, en contadísimos casos, ha de recurrirse al injerto de éste.
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